PARTE VII
Los Milagros del Corán
1.
Conocer
la filosofía de la diversidad de los milagros de los Profetas.
2.
Conocer
las aleyas de tahaddî (desafío) y temas relacionados.
3.
Estudio
cronológico y no-cronológico de la revelación de las aleyas de tahaddî.
4.
Breve
estudio de los diferentes aspectos de los milagros del Corán, como ejemplo: su
retórica, contenido, armonía y falta de contradicción en el Corán, noticias del
mundo de lo oculto, milagros científicos, milagros artísticos y numéricos.
Algunas fuentes importantes en esta parte
son:
Al-Mîzân, t.1; At-Tamhîd fî ‘Ulûmil
Qur’ân, t.4 y 5; ‘Ulûmil Qur’ân ‘indal Mufassirîn, t.2; Al-Baîân fi Tafsîr Al-Qur’ân, Âîatul·lah Jû’î; Mu’tarak Al-Qur’ân fî
A’ÿâzil Qur’ân; Madjal At-Tafsîr.
Capítulo Primero
El milagro (i‘ÿâz)
desde el aspecto lingüístico.
Han sido mencionados tres significados para este término que son:
“pérdida”, “encontrarse incapacitado” y “hacer impotente a alguien”.
Leemos en Al-Qamûs:
أَعْجَزَهُ الشيءُ - a‘ÿazahu
ash-shai’u, quiere decir “Se le pasó la cosa”.
أَعْجَزَ فُلاناً – a‘ÿaza
fulânan, quiere decir “Encontró impotente a fulano” o “lo volvió
impotente”.
أَعْجَزَ في الكَلام - a‘ÿaza fîl kalâm, quiere
decir: “Explicó el tema elocuentemente”.
Râgib en su obra Mufradât afirma: “La raíz del término ‘aÿz significa el retraso
de algo”. Sin embargo, en el uso consuetudinario significa “la incapacidad e
impotencia de realizar algo”.
El término “i‘ÿâz”
o “mu‘ÿizah” desde el aspecto terminológico.
«المعجز الأمر الخارق للعادة، المطابق للدعوى المقرون بالتحدي»
Al-mu‘ÿizu
al-amrul jâriqu lil‘âdati, al-mutâbiqu lid da‘wâl maqrûnu bit tahaddî[1].
Turaîhî, con esta expresión, ha definido en forma terminológica
el vocablo i‘ÿâz: “I‘ÿâz es un asunto extraordinario
de parte de quien afirma ser Profeta, y es acompañado por tahaddî
(desafío a traer algo parecido)”. El Âîatul·lah Jû’î, respecto a la definición
del término i‘ÿâz, explica:
“El milagro es una obra extraordinaria presentada
por los Profetas elegidos por Dios que alegan ser enviados de parte de Él, de
modo que el resto de la gente es incapaz de presentar algo similar. Esta obra
es llamada mu‘ÿizah (milagro) y constituye un testigo de
la veracidad de sus palabras”.[2]
El mejor de
los Milagros (la filosofía de la diversidad de los milagros).
En la obra Usûl Al-Kâfî se encuentra registrado un dicho
del octavo Imâm, en el cual, respondiendo a la interrogativa tocante a la
filosofía de la diferencia en los milagros de profetas como Moisés (P), Jesús
(P) y Muhammad (BP), ha dicho: “La filosofía de tal diferencia es
demostrar el dominio de los profetas en cuanto a las técnicas y artes
habituales en sus propias épocas”.[3]
En la época de la aparición del Islam, el arte y los estilos
literarios en la comunidad árabe habían llegado a su auge, y los oradores y
literatos que gozaban de mayor elocuencia eran premiados, estimulados y
considerados las divinidades del habla; existían establecimientos específicos
para la presentación de sus hermosos poemas hasta el punto que eran
seleccionadas siete de las más bellas poesías escritas con oro y colgadas en la
Casa de Dios, la Ka‘bah; en tal época, el Noble Profeta (BP) se presenta con un
arma que asombra a todos los señores del habla. Lo que él expone contiene una
estructura similar a aquello en lo que se consideraban superiores. ¡Así es, el
mayor milagro del Profeta del Islam (BP) es un “Libro”!
Conclusión:
1.
El término i‘ÿâz
ha sido utilizado con los significados de: “pérdida”, “encontrarse
incapacitado” y “hacer impotente a alguien”; aunque su raíz original (‘aÿz)
significa retraso.
2.
Desde el aspecto
terminológico mu‘ÿizah es una obra extraordinaria, que armoniza
con la atribución de la profecía, acompañada por el “tahaddî” o
desafío, y la imposibilidad de traer algo parecido, siendo esto un testimonio
de la veracidad del Profeta respecto a su profecía.
3.
El mejor milagro es aquel
afín a las artes y técnicas de la época. Por lo tanto la diversidad de milagros
–como el báculo y la mano brillante de Moisés (P), revivir a los muertos por
medio de Jesús (P), así como la presentación del Corán por medio de Muhammad
Al-Mustafâ (BP)-, se adapta a las circunstancias del medio y
perspectivas artísticas y científicas de cada época.
Capítulo Segundo
El Corán es un Libro revelado como el documento que corrobora la
profecía del Enviado de Dios (BP) y fuente principal de la guía para la
comunidad. El descenso del Corán se produjo en una época y en una región en las
cuales el arte de la oratoria había llegado a su perfección, en la tierra de Hiÿâz.
Ese fue el lugar de donde surgieron los más destacados literatos, poetas,
oradores y señores del habla, así como la literatura árabe. En un principio un
grupo de los opositores del Corán lo tildaban de leyendas y cuentos e
imaginaban poder traer algo similar si quisiesen.[4]
En tales circunstancias el Profeta del Islam (BP) los desafió a que presentasen
algo similar.
Este desafío que se realizaba con categoría y firmeza inigualable,
desde que tenía como blanco el mayor privilegio y orgullo del árabe (la
oratoria y la elocuencia), los estimulaba y llenaba de fervor, ya que su
impotencia ante el Corán no les brindaba más que la pérdida de su dignidad y
destacada jerarquía. Lo más asombroso es que los interlocutores de este desafío
no se limitaban sólo a los habitantes de la Península Arábiga y a los árabes en
general, sino que abarcaba a todo el universo ya que el mensaje del primer
desafío fue:
﴿ قُل لَّئِنِ
اجْتَمَعَتِ الإِنسُ وَالْجِنُّ عَلَى أَن يَأْتُوا بِمِثْلِ هَذَا الْقُرْءَانِ
لاَ يَأْتُونَ بِمِثْلِهِ وَلَوْ كَانَ بَعْضُهُمْ لِبَعْضٍ ظَهِيراً ﴾
Qul
la’iniÿtama‘atil insu wal ÿinnu ‘alâ an îa’tû bimzli hâdhal Qur’âni lâ îa’tûna
bimizlihî wa laû kâna ba‘duhum liba‘din dzahîran.
«Diles: Aunque los humanos y los genios se
reunieran para producir algo semejante a este Corán, jamás harían nada
parecido, aun cuando se ayudasen mutuamente».[5]
Las aleyas de
tahaddî en el Corán.
Estas aleyas han sido planteadas en el Corán en dos formas:
A.
Desafío en forma general.
B.
Desafío en forma específica.
En el tercer capítulo de esta séptima parte, nos referiremos respecto
a la segunda forma. Aquí nos dedicaremos únicamente a explicar el desafío en su
forma general.[6]
Las aleyas de tahaddî según su orden de revelación son:
1)
﴿ قُل لَّئِنِ
اجْتَمَعَتِ الإِنسُ وَالْجِنُّ عَلَى أَن يَأْتُوا بِمِثْلِ هَذَا الْقُرْءَانِ
لاَ يَأْتُونَ بِمِثْلِهِ وَلَوْ كَانَ بَعْضُهُمْ لِبَعْضٍ ظَهِيراً ﴾
qul la’iniÿtama‘atil insu wal ÿinnu ‘alâ an
îa’tû bimzli hâdhal Qur’âni lâ îa’tûna bimizlihî wa laû kâna ba‘duhum
liba‘din dzahîran.
«Diles: Aunque los humanos y los genios se
reunieran para producir algo semejante a este Corán, jamás harían nada
parecido, aun cuando se ayudasen mutuamente».[7]
2)
﴿ أَمْ
يَقُولُونَ افْتَرَاهُ قُلْ فَأْتُوا بِسُورَةٍ مِثْلِهِ وَادْعُوا مَنِ
اسْتَطَعْتُم مِّن دُونِ اللَّهِ إِن كُنتُمْ صَادِقِينَ ﴾
am îaqûlûna-ftarâhu qul fa’tû bisûratin min
mizlihî wad‘û manistata‘tum min dûnil·lahi in kuntum sâdiqîn.
«O dicen: “¡Él lo ha
fraguado!”. Diles: “¡Componed, pues, una sola sura semejante a las de él, y
apelad para ello a quienes podáis, en vez de Dios, si sois sinceros!”».[8]
3)
﴿ أَمْ
يَقُولُونَ افْتَرَاهُ قُلْ فَأْتُوا بِعَشْرِ سُوَرٍ مِثْلِهِ مُفْتَرَيَاتٍ
وَادْعُوا مَنِ اسْتَطَعْتُم مِن دُونِ اللَّهِ إن كُنتُمْ صَادِقِينَ ﴾
am îaqûlûna-ftarâhu qul fa’tû bi‘ashri suaren
mizlihi muftaraîâtin wad‘û manistata‘tûm min dûnil·lahi in kuntum sâdiqîn.
«O dicen: “¡Él lo ha
fraguado!”. Diles: “Pues bien, si sois sinceros presentad diez suras fraguadas,
semejantes a las de él, y apelad para ello a quienes podáis, en vez de Dios, si
sois sinceros”».[9]
4)
﴿ أَمْ
يَقُولُونَ تَقَوَّلَهُ بَل لاَ يُؤْمِنُونَ * فَلْيَأْتُوا بِحَدِيثٍ مِثْلِهِ
إِن كَـانُوا صَادِقِينَ ﴾
am îaqûlûna taqawwalahu bal lâ îû’minûn,
falîa’tû bihadîzin mizlihî in kânû sâdiqîn.
«O dirán: “¿Por ventura, él lo ha forjado (el
Corán)?”. ¡Quiá! ¡No creen! ¡Si son sinceros, que presenten, pues, una palabra
semejante!».[10]
5)
﴿ وَإِنْ
كُنْتُمْ فِي رَيْبٍ مِمَّا نَزَّلْنَا عَلَى عَبْدِنَا فَأْتُوا بِسُورَةٍ مِن
مِثْلِهِ وَادْعُوا شُهَدَآءَكُمْ مِنْ دُونِ اللّهِ إِنْ كُنْتُمْ صَادِقِينَ *
فَاِنْ لَمْ تَفْعَلُوا وَلَنْ تَفْعَلُوا فَاتَّقُوْا النَّارَ الَّتِي
وَقُودُهَا النَّاسُ وَالْحِجَارَةُ اُعِدَّتْ لِلْكَافِرِينَ ﴾
wa in kuntum fî raîbin mimmâ nazzalnâ
‘alâ ‘abdinâ fa’tû bisûratin min mizlihî wad‘û shuhadâ’akum min dûnil·lahi in
kuntum sâdiqîn fa’in lam taf‘alû wa lan taf‘alû fattaqun-nâral·latî
waqûduhan-nâsu wal hiÿâratu u‘iddat lil kâfirîn.
«Y si dudáis de lo que hemos revelado a nuestro
Siervo, componed una sura semejante a ello, e invocad para ello a vuestros
ídolos en vez de Dios, si sois sinceros. Pero si no lo hacéis –y jamás podréis
hacerlo-, temed, pues, al fuego infernal, cuyo combustible es la gente y las
piedras (los ídolos); y que ha sido preparado para los incrédulos».[11]
Puntos
referentes a las aleyas de tahaddî.
a.
De entre las aleyas de tahaddî el
más amplio desafío fue realizado en la primera aleya. Los interlocutores de
este desafío son los genios y humanos, es decir, todos los seres del universo.
De esta aleya deducimos que los aspectos de los milagros del Corán no se
limitan a la elocuencia, expresividad y su específica lengua que es el árabe,
sino que abarcan aspectos más extensos, de lo contrario invitar al desafío a
los no-árabes sería inadecuado.
b.
Las tres primeras aleyas de tahaddî
se hallan en suras que fueron reveladas contiguas una tras otra. Es decir, las
suras número cincuenta, cincuenta y uno, cincuenta y dos, según el orden de
revelación.
c.
El modo de tahaddî en la segunda y
tercera aleya –a excepción de su magnitud- es idéntico.
d.
Las cuatro primeras aleyas se sitúan en suras mecanas
y la última en la primera sura medines. Esto demuestra que la mayoría de las
veces que fueron desafiados a presentar algo similar fue cuando se encontraban
en La Meca. Teniendo en cuenta la pequeña población de musulmanes y el poderío
aparente de los incrédulos, el anuncio reiterado y categórico del desafío
representaba un papel importante en cuanto a originar auto- confianza en los
musulmanes, y al mismo tiempo, discordia y vacilación en las filas de los
incrédulos e inicuos.
e.
Es muy evidente la diferencia del tono de las
aleyas de tahaddî en las suras mecanas, y el tono de la aleya
medinesa. Esta diferencia consiste en el modo de anunciar a la gente la
impotencia de traer algo parecido, que en la Sûra Al-Baqarah se expresa
con una condición que no se observa en ninguna otra aleya (con el término wa
lan taf‘alû - «y
jamás podréis hacerlo»). La siguiente
diferencia se advierte en la amenaza que exclusivamente existe en la Sura
Al-Baqarah y no en otras.
Y por último, la amenaza final no se dirige a los negadores sino que
tiene como objetivo a los que vacilan en el Corán, puesto que al principio de
la aleya la frase: «Y si dudáis de lo que hemos
revelado…» señala que no tiene que existir vacilación en
cuanto a la veracidad del Corán. En otras palabras, esta aleya aparte de
considerar incorrecta la negación y atribuciones falsas al Corán, considera
ilógico incluso vacilar en cuanto a la veracidad del mismo.
f.
Es para reflexionar el hecho de que la primera
aleya se distinga por la extensión del desafío, y la última por su intensidad.
La hipótesis
de la “disuasión divina” (Sarfah).
En respuesta a la pregunta ¿por qué la humanidad no pudo presentar
algo parecido al Corán? algunos de los sabios de ambas escuelas islámicas
sostienen una hipótesis llamada “Sarfah”[12]
y la consideran como una de las dimensiones del milagro del Corán. Según esta
hipótesis es Dios quien obstaculiza las decisiones de la gente de enfrentarse
con el Corán.
La debilidad de esta hipótesis es evidente, ya que según esta opinión
el aspecto milagroso del Corán no debe ser buscado en el propio Corán y su
inigualable elocuencia, sino que ésta se concreta en sarf al himam
o “la disuasión de las voluntades, es decir: “Dios obliga a renunciar a todo
aquél que decida traer algo parecido al Corán”. La debilidad de esta hipótesis
se debe a que no considera suficiente el valor esencial, literal, lingüístico,
de contenido y estilo del Corán para su condición de milagroso.[13]
De entre los sabios de la Shî‘ah, Seiîed Murtadâ y Shaîj Al-Mufîd sostienen esta hipótesis.
Intentos de
antagonizar con las aleyas de tahaddî.
La idea de “disuasión” no solamente es criticable desde el aspecto
teórico, sino que es nula también desde el aspecto práctico, ya que la historia
registra que algunos intentaron antagonizar con el Corán, aunque al final no ha
quedado para ellos nada más que vergüenza y descrédito. Aquí exponemos tres
ejemplos:
Musaîlamah, apodado “El Mentiroso”, y que alegaba ser profeta, inventó
estas frases en equivalencia a la Sûra Al-Fîl:
الفيل
ما الفيل. وما ادراك ما الفيل. له ذنب وبيل وخرطوم طويل...
Al fîl mâ-l fîl. Wa mâ adrâka mâ-l fîl. Lahu
dhanbun wabîl wa jurtûmun tawîl
“El elefante, y ¿qué es el elefante? ¿Y qué te
hará entender qué es el elefante? Tiene una cola corta y una trompa larga...”[14]
Uno de los escritores cristianos que imaginaba poder desafiar al Corán
frente a la Sûra Al-Hamd, copiando el mismo método de dicha sura
presentó una sura inventada:
الحمد للرحمن.
رب الأكوان. الملك الديان. لك العبادة وبك المستعان. اهدنا صراط الإيمان
Al-hamdu lir-rahmân. Rabbil
akwân. Al-malikud daîîân. Lakal ‘ibâdati wa bikal musta‘ân. Ihdinâ sirâtal
îmân
“La alabanza sea para el Misericordioso. Señor
de los universos. El soberano poseedor de religión. Tuya es la adoración y a Ti
es el pedido de ayuda. Guíanos en el sendero de la fe”.[15]
Y en equivalencia a
la Sûra Al-Kaûzar dijo:
إنا
أعطيناك الجواهر، فصل لربك وجاهر، ولا تعتمد قول ساحر
Innâ a‘taînâkal ÿawâhir. Fassal·li
li Rabbika wa ÿâhir wa lâ ta‘tamid qaûla sâhir
“Te hemos dado las joyas. Reza pues a tu Señor
y exclama en voz alta. Y no te apoyes en
el dicho de un brujo”.
Este individuo, imitando perfectamente el orden y composición de las
aleyas coránicas, cambiando algunos términos, alega poder desafiar al Corán.
Parece que también se basó en algunos versículos inventados por Musaîlamah el
Mentiroso, ya que él también frente a la Sûra Al-Kaûzar había dicho:
إنا
أعطيناك الجماهر. فصل لربك وهاجر. وإن مبغضك رجل كافر
Innâ a‘taînâkal ÿamâhir. Fassal·li
li Rabbika wa hâÿir. Wa inna
mubguiduka raÿulun kâfir
“Te hemos dado las multitudes. Reza pues a tu
Señor y exclama en voz alta. Por cierto que el que te odia es un hombre
hereje”.[16]
Existen otros ejemplos de estos vanos e infundados intentos de
antagonismo que han quedado para siempre archivados en los anales de la
historia.[17]
Conclusión:
1. Tahaddî
significa “desafío”. Dios ha propuesto a quienes niegan la revelación Divina
que si son veraces presenten algo parecido al Corán.
2. Tahaddî
en el Corán ha sido realizado en dos formas: a) general, b) específica.
3. En
cinco aleyas coránicas el desafío ha sido realizado en forma general. Estas
aleyas según el orden de su revelación se hallan en los suras Al-Isrâ’,
Îûnus, Hûd, At-Tûr y Al-Baqarah, de las cuales las tres
primeras suras fueron reveladas una tras otra: cincuenta, cincuenta y uno, y
cincuenta y dos.
4. El
tahaddî más extenso y general se halla en la primera aleya de la Sûra
Al Isrâ’.
5. Cuatro
de las aleyas de desafío tienen lugar en las suras mecanas y la última aleya en
una sura medinesa.
6. El
tono de las aleyas de desafío en las suras mecanas es diferente al tono de la
aleya existente en la Sûra Al-Baqarah que es medinesa.
7. Es
para reflexionar el hecho de que la primera aleya se distinga por la extensión
del desafío, y la última por su intensidad.
8. Dice
la hipótesis de Sarfah
(disuasión): “El milagro del Corán está en que Dios disuade y anula la
voluntad de todo aquél que decida traer algo parecido al Corán”. Es clara la
debilidad de esta hipótesis ya que la misma no considera suficiente el valor
esencial, literal, lingüístico, de contenido y estilo del Corán para su
condición de milagroso, sino que el aspecto milagroso se concreta en la
disuasión y anulación de las voluntades.
9. Algunos
intentos de antagonizar con las aleyas de tahaddî han sido
registrados en la historia, y su resultado para los oponentes no fue más que
vergüenza y descrédito, y para el Corán grandeza y majestuosidad.
Capítulo Tercero
Los aspectos de la milagrosidad del Corán son numerosos y no se
limitan a la elocuencia y expresividad. Algunos de ellos son mencionados por el
propio Corán y el mismo Libro Sagrado invita a traer algo parecido[18].
Así también existen otros aspectos de la milagrosidad a cuyo respecto no se
realizó un tahaddî en forma explícita. Estos casos quedan
incluidos bajos las aleyas de tahaddî en forma general.
En este capítulo estudiaremos las diferentes dimensiones de tahaddî
y es obvio que nadie puede sostener que ha estudiado todas las dimensiones de
la milagrosidad del Corán ya que muchos secretos y maravillas de este Libro
Sagrado aún son desconocidas para nosotros.
Estudio de
las dimensiones del milagro del Corán:
1. La personalidad del Profeta (BP).
Uno de los puntos importantes que el propio Corán señala como un
milagro es la consideración de la personalidad del Profeta (BP) quien es el que
trasmite el Corán. El Profeta (BP) jamás había estudiado ni se había presentado
en escuela alguna. Todos sabían perfectamente que él era un iletrado. A lo
largo de cuarenta años antes de la misión profética, que equivalía a dos
tercios de su vida, nadie conoció de él poesía o escrito alguno.[19]
Súbitamente tal personalidad presenta un Libro que deja atónitos a los
grandes veteranos quienes se sienten impotentes ante éste. El Corán dice:
﴿ قُل لوْ شَآءَ
اللَّهُ مَا تَلَوْتُهُ عَلَيْكُمْ وَلآ أَدْرَاكُمْ بِهِ فَقَدْ لَبِثْتُ فِيكُمْ
عُمُراً مِن قَبْلِهِ أَفَلاَ تَعْقِلُونَ ﴾
Qul law shâ’al·lahu mâ talawtuhu ‘alaîkum wa lâ adrâkum bihî faqad labiztu fîkum
‘umurân min qablihî afalâ ta‘qilûn.
«Diles: “Si Dios hubiese querido, no os lo habría
recitado, ni Él os lo habría hecho conocer. Antes de ello viví una vida entre vosotros.
¿No razonaréis aún?».[20]
El Sagrado Corán,
rechazando las versiones de quienes decían que un romano fue maestro[21] del
Profeta (BP) dice:
﴿ وَلَقَدْ
نَعْلَمُ أَنَّهُمْ يَقُولُونَ إِنَّمَا يُعَلِّمُهُ بَشَرٌ لِّسَانُ الَّذِي
يُلْحِدُونَ إِلَيْهِ أَعْجَمِيٌّ وَهَذَا لِسَانٌ عَرَبِيٌّ مُبِينٌ ﴾
Wa laqad na‘lamu annahum îaqûlûna innamâ îu‘al·limuhû basharun lisânul·ladhî îulhidûna
ilaihî a‘ÿamîun wa hâdhâ lisânun ‘arabîîun mubîn.
«Bien sabemos que dicen: “Sin duda que un hombre
se lo enseña –la lengua de aquél a quien aluden es foránea, mientras que la de
este Corán es la lengua arábica castiza».[22]
Ahora, un Profeta
que jamás estudió presenta un libro para la humanidad a los instruidos, que
está colmado de conocimiento, sabiduría y guía, y él mismo se dedica a
enseñarlo.[23]
2.
La elocuencia y expresividad (i‘ÿâz
baîânî – la milagrosidad retórica).
Las aleyas del
Corán también invitan al desafío en este aspecto. Todas las aleyas de tahaddî
abarcan por lo menos este aspecto de expresividad y elocuencia[24], ya
que la principal característica de los contemporáneos del Profeta fue su
elocuencia y retórica.
No está oculto
para nadie que el árabe en el momento de la aparición del Islam había llegado a
tal grado de perfección en la retórica que la historia no ha registrado
parecido ni antes ni después de ellos. En tales circunstancias fueron reveladas
las brillantes aleyas coránicas al Profeta (BP). La belleza y elocuencia de
estas aleyas fueron tan asombrosas que desafiaron a todos los poetas, literatos
y los más destacados talentos, obligándolos a sucumbir. El Corán a través de su
propio método, que no es poesía ni prosa, al desarrollar los elevados
conceptos, se exhibe de tal manera que eclipsa todas las obras literarias y
elocuentes palabras. Existen numerosos relatos e historias al respecto. Las
aleyas coránicas en el momento de ser recitadas impresionaban de tal modo las
almas y corazones de los oyentes, que los dejaba atónitos.
Walîd Ibn Mugaîrah Majzûmî, conocido entre los árabes por su
inteligencia y personalidad, de modo que lo llamaban “la flor más bella de la
canasta de Quraîsh”; se presentó en la mezquita luego del descenso de las
primeras aleyas de la bendita Sura Al-Gâfir. El Profeta (BP) recitaba
las aleyas mientras que Walîd se encontraba cerca de él. Al ver éste la
atención que Walîd prestaba, nuevamente las recitó. Walîd salió de la mezquita,
se presentó en una reunión de su clan (Banî Majzûm) y se expresó de la
siguiente manera:
“¡Por Dios! que he escuchado palabras de Muhammad
que no se asemejan ni a lo dicho por los seres humanos ni a lo dicho por los
genios. Sus palabras poseen una dulzura y belleza especial. Sus alturas (cual
árboles) fructíferas, y sus raíces (cual aquellas de los añosos árboles) ricas
y productivas. Son palabras que triunfan sobre otras y nada puede triunfar
sobre ellas”.[25]
Es adecuado comparar una aleya coránica con una de las más elocuentes
frases árabes (referentes al mismo tema) con el fin de comprender mejor la
milagrosidad en este aspecto. El Generoso Corán posee una bella y atrayente
expresión en cuanto a la ley del talión:
﴿ وَلَكُمْ فِي الْقِصَاصِ حَيَاةٌ ﴾
Wa lakum fil
qisâs-i haîâtun
«En el
talión tenéis vida…».[26]
Y existe un famoso refrán entre
los árabes respecto a este mismo tema: القتل أنفى للقتل - Al-qatlu
anfâ lil qatl-i : “Matar es lo que más aleja el hecho de matar”.
Ÿalâl Ad-Dîn Suîûtî enumera veinte
privilegios para la aleya coránica en comparación con la frase árabe.[27]
A continuación exponemos algunas de ellas:
1. Las letras de
la aleya fil qisâs-i haîâtun, son menos que la
frase al-qatlu anfâ lil qatli.
2. La
utilización del término “qisâs” en la aleya, es muy exacto
ya que cualquier asesinato no aleja a otro asesinato, puesto que, cuántos
asesinatos hay que originan otro asesinato, tal y como en el caso en que un
asesinato haya sido cometido injustamente. Entonces un asesinato que trae vida,
es uno específico denominado “qisâs”.
3. En la aleya
ha sido expresado su objetivo de modo más conciso y perfecto, ya que “qisâs”
abarca tanto a matar como a herir o amputación de algún miembro, mientras
que en la frase árabe únicamente señala asesinar.
4. En la frase
es reiterado el término “al-qatl”, siendo que la elocuencia considera
mejor la no-reiteración.
5. La aleya
abarca un estilo del arte de la retórica, ya que presenta a una de las dos
cosas contradictorias, es decir: la muerte como receptor de lo opuesto; y a
través de la preposición “fî” (en) situada antes del término “qisâs”
(talión), lo presenta como la fuente de la vida.
6. La elocuencia
de las palabras aparece cuando las consonantes en las palabras están sucedidas
por vocales, ya que de esta forma la pronunciación se vuelve fácil y ligera;
empero, cuando las consonantes no están seguidas por vocales, su pronunciación
se vuelve difícil. Esta diferencia es evidente al comparar la aleya coránica
con la frase árabe.
7. Aparentemente
la frase árabe es una frase contradictoria, ya que nada puede negar a sí mismo.
8. La aleya está
protegida de una expresión como qatl (asesinato) que es una expresión
áspera y presiente la muerte; en cambio la aleya expresa el mismo significado a
través de una atracción que existe en el término haîât (vida).
9. La expresión
de la aleya tiene una construcción positiva y la frase tiene una construcción
negativa; evidentemente lo positivo prevalece sobre lo negativo.
10. El término qisâs
contiene otra definición que es la igualdad, y en realidad anuncia la justicia,
mientras que el término qatl carece de este significado.
Parte de la milagrosidad textual del Corán consiste en su propio y
específico método. El Corán desde el punto de vista de la oratoria, del estilo
de la retórica, inventó un nuevo método sin precedentes; el Corán no es poesía
ni texto:
“Este nuevo método (estructura) presentado por el
Corán provocó una revolución en la cultura de la literatura árabe. No tuvo
precedentes y hace impotentes a las generaciones futuras; es atrayente,
hechiza, produce euforia, es deleitable, brinda sosiego, se encuentra en
armonía con la naturaleza humana y concuerda con la naturaleza, convoca a las
conciencias humanas y tiene una íntima relación con todo el universo”.[28]
3. Las enseñanzas y exaltados conocimientos (i‘ÿâz ma’ânî – la milagrosidad del contenido).
La belleza del Corán no se limita únicamente a sus términos, frases,
elocuencia y expresividad. Este Libro Sagrado está dotado de una belleza más
honda y valor más exaltado, es decir, los conceptos y significados profundos y
exactos. El Corán considera su misión la guía del ser humano y es un Libro por
medio del cual el Profeta (BP) extrajo a la gente de las tinieblas hacia la
luz.[29]
El Libro Divino, como la constitución del Islam, contiene un conjunto
de principios y leyes en armonía con la naturaleza humana que brilla como el
sol en la cima de los pensamientos y considera la grandeza y majestuosidad como
fruto del conocimiento y práctica de su contenido. Indudablemente el Corán en
este aspecto es un milagro. Este Libro Sagrado que es el abanderado de las
leyes más avanzadas, así como de los valores y virtudes humanas, aparece
justamente en circunstancias en las que la decadencia, tanto en el terreno de
la ética como en las costumbres sociales, había llegado a su auge. Los saqueos
y robos eran considerados como un privilegio, las hijas eran enterradas vivas y
la traición, corrupción e injusticia se habían hecho comunes. El Corán recordó
a la gente la veracidad, fidelidad, unión y humanidad, la condujo de la
ignorancia hacia el conocimiento, de la oscuridad hacia la luz y de los vicios
hacia las virtudes. Es exactamente a raíz de estas enseñanzas y leyes
vivificadoras que el Islam abarcó a todo el oriente y occidente del planeta,
izando la bandera de la esplendorosa civilización islámica en todos los
rincones del Universo. Aquí mencionamos algunos de estos principios y leyes
coránicas:
a) El principio de la justicia y fidelidad.
﴿ إِنَّ اللَّهَ
يَأْمُرُكُمْ أَن تُؤَدُّوا الأَمَانَاتِ إِلَى أَهْلِهَا وإِذَا حَكَمْتُم بَيْنَ
النَّاسِ أَن تَحْكُمُوا بِالْعَدْلِ ﴾
Innal·lâha îa’murukum an tu’addul amânati ilâ
ahlihâ wa idhâ hakamtum baîna-n nâsi an tahkumû bil ‘adl
«Por cierto que Dios os ordena restituir lo
confiado a su dueño y cuando juzguéis entre la gente, que sea con equidad».[30]
b) El principio general de ordenar el bien y
rechazar el mal.
﴿ إِنَّ اللَّهَ
يَأْمُرُ بِالْعَدْلِ وَالإِحْسَانِ وَإِيتَآءِ ذِي الْقُرْبَى وَيَنْهَى عَنِ
الْفَحْشَآءِ وَالْمُنكَرِ وَالْبَغْيِ يَعِظُكُمْ لَعَلَّكُمْ تَذَكَّرُونَ ﴾
Innal·lâha îa’muru bil ‘adli wal ihsâni
wa îtâ’i dhil qurbâ wa îanhâ ‘anil fahshâ’î wal munkari wal bagî îa‘izhukum
la‘al·lakum tadhakkarûn
«Por cierto que Dios preceptúa la justicia, la
caridad y la liberalidad para con los parientes, y veda la obscenidad, lo
ilícito y la iniquidad. Él os exhorta a fin de que reflexionéis».[31]
c) El principio de pagar con la misma moneda a
los violadores.
﴿ مَنِ اعْتَدى عَلَيْكُمْ فَاعْتَدُوا عَلَيْهِ بِمِثْلِ مَا
اعْتَدَى عَلَيْكُمْ ﴾
Faman i‘tadâ ‘alaîkum fa‘tadû ‘alaîhi bimizli
mâ‘tadâ ‘alaîkum
«A quien os agreda, agredidle, tal como os haya
agredido».[32]
d) El principio de la igualdad de la gente, y
determinar un criterio de privilegio en los valores como la devoción, el
conocimiento y la lucha en el camino de Dios.
﴿ إِنَّا
خَلَقْنَاكُم مِن ذَكَرٍ وَاُنثَى وَجَعَلْنَاكُمْ شُعُوباً وَقَبَآئِلَ
لِتَعَارَفُوا إِنَّ أَكْرَمَكُمْ عِندَ اللَّهِ أَتْقَاكُمْ ﴾
Inna jalaqnâkum min dhakarin wa unzâ wa ÿa‘alnâkum
shu‘ûban wa qabâ’ila lita‘ârafû inna akramakum ‘indal·lahi atqâkum
«Ciertamente que Nosotros os creamos de un hombre
y una mujer y os dispusimos en naciones y tribus para que os reconozcáis. Por cierto que el
más noble de vosotros ante Dios es el más piadoso».[33]
﴿ قُلْ هَلْ يَسْتَوِي الَّذِينَ يَعْلَمُونَ وَالَّذِينَ
لاَيَعْلَمُونَ ﴾
Qul hal îstawil·ladhîna îa‘lamûna wal·ladhîna
la îa‘lamûn…
«Di: ¿Acaso son iguales los que saben y los que no
saben?».[34]
﴿ وَفَضَّلَ اللّهُ الْمُجَاهِدِينَ عَلَى الْقَاعِدِينَ أَجْرَاً
عَظِيماً ﴾
Wa faddalal·lahul muÿâhidîna ‘alal
qâ‘idîna aÿran ‘azhîma
«Dios ha distinguido a los combatientes por sobre
los remisos con una recompensa magnífica ».[35]
e) El principio de la libertad y el rechazo de
cualquier despotismo.
﴿ َيَضَعُ عَنْهُمْ إِصْرَهُمْ وَالاَغْلاَلَ الَّتِي كَانَتْ
عَلَيْهِمْ ﴾
Wa îada‘u ‘anhum israhum wal
aglâlal·latî kânat ‘alaîhim
«Y les quita su carga y las cadenas que había
sobre ellos».[36]
f) El principio de la no-dominación de los
incrédulos sobre los creyentes.
﴿ وَلَن يَجْعَلَ اللَّهُ لِلْكَافِرِينَ عَلَى الْمُؤْمِنِينَ
سَبِيلاً ﴾
Wa lan îaÿ‘alal·lâhu lil kâfirîna ‘alal
mu’minîna sabîla
«Y Al·lah jamás otorgará preferencia a los
incrédulos sobre los creyentes».[37]
g) El principio de la rigidez frente a los
incrédulos y misericordia frente a los creyentes.
﴿ مُحَمَّدٌ رَّسُولُ اللَّهِ
وَالَّذِينَ مَعَهُ أَشِدَّآءُ عَلَى الْكُفَّارِ رُحَمَآءُ بَيْنَهُمْ ﴾
Muhammadun Rasûlul·lâhi wal·ladhîna
ma‘ahû ashiddâ’u ‘alal kuffâri ruhamâ’u baînahum
«Muhammad es el Mensajero de Al·lah, y aquellos
que están con él son rígidos con los incrédulos y misericordiosos entre ellos
mismos».[38]
h) El principio de paz y hermandad.
﴿ إِنَّمَا الْمُؤْمِنُونَ إِخْوَةٌ فَاَصْلِحُوا بَيْنَ
أَخَوَيْكُمْ ﴾
Innamal mu’minûna ijwatun fa aslihû
baîna ajawaîkum
«Los creyentes son hermanos, así que, reconciliad entre vuestros hermanos».[39]
i) El principio de encomendar la unión.
﴿ وَاعْتَصِمُوا بِحَبْلِ اللّهِ جَمِيعاً وَلاَ تَفَرَّقُوا ﴾
Wa‘tasimû bi hablil·lâhi ÿamî‘an
wa lâ tafarraqû
«Y aferraos todos al cordel de Dios y no os
dividáis».[40]
j) El principio del aprovechamiento de las
gracias Divinas.
﴿ قُلْ مَنْ حَرَّمَ زِينَةَ اللّهِ الَّتِي أَخْرَجَ لِعِبَادِهِ
وَالطَّيِّبَاتِ مِنَ الرِّزْقِ ﴾
Qul man harrama zînatal·lahil·latî
ajraÿa li‘ibâdihi wat taîîbâti min-ar rizq
«Diles: ¿Quién ha prohibido los ornamentos de Dios
que ha producido para Sus siervos, y
(disfrutar de) las cosas buenas del sustento (proveído)?».[41]
k) El principio de la fidelidad en cuanto a los
pactos.
﴿ يآ أَيُّهَا الَّذِينَ ءَامَنُوا أَوْفُوا بِالْعُقُودِ ﴾
Iâ aîîuhâ-l
ladhîna âmanû awfû bil ‘uqûd
«¡Oh, creyentes! Cumplid con los pactos».[42]
l) El principio de la facilidad en las
regulaciones.
﴿ وَمَا جَعَلَ عَلَيْكُمْ فِي الدِّينِ مِنْ حَرَجٍ ﴾
Wa mâ ÿa‘ala
‘alaîkum fî-d dîni min haraÿ
«Y no ha dispuesto para vosotros dificultad alguna
en la religión».[43]
m) El principio de la obligación según la
capacidad de cada cuál.
﴿ لا يُكَلِّفُ اللّهُ نَفْساً إِلاَّ وُسْعَهَا ﴾
Lâ
îukal·liful·lâhu nafsan il·lâ wus‘ahâ
«Dios no carga a ningún ser sino en la medida de
su capacidad».[44]
n) El principio de la aceptación voluntaria de la
religión.
﴿ لآ إِكْرَاهَ فِي الدِّينِ ﴾
Lâ ikrâha
fi-d dîn
«No hay imposición en cuanto a religión».[45]
Los principios mencionados constituyen sólo una parte de los
conocimientos coránicos. Todo el Corán es curación, luz, misericordia, guía y
verdad. Es un Libro Eterno que el paso del tiempo no daña su frescura ni
dulzura. Lo interesante es que todos estos progresivos principios fueron
planteados en una de las peores épocas de la decadencia moral y salvajismo, y
explicados en la forma más elevada respecto a los diversos aspectos de la vida,
tales como: asuntos económicos-financieros, sociales, políticos, militares y
defensivos, derecho, bienes sociales, transacciones, matrimonio, divorcio,
herencia, etc.
Los conocimientos religiosos en el Corán no se limitan a este conjunto
de principios y leyes, sino que lo planteado en este Libro referente a la parte
ideológica, como el argumento a la Unicidad Divina, la Profecía, el Imamato, el
día del Juicio Final y en síntesis, desde el principio hasta el fin, concuerda
con el intelecto humano y los más sólidos argumentos. La pureza y santidad del
Corán se exalta más que nunca cuando comparamos las aleyas referentes a la
adoración Divina y monoteísmo, las que presentan a los Profetas y Mensajeros
Divinos, las referentes al día del Juicio Final y el retorno en el Corán, con
el contenido de ambos Libros tergiversados de La Torá y la Biblia.[46]
¿Acaso este gran conjunto de principios, leyes y normas avanzadas
junto a elevados y ricos conocimientos ideológicos, éticos y educativos, no
atestiguan la milagrosidad de este Libro Divino? Son leyes y conocimientos que
concuerdan con la naturaleza y tradiciones del Universo, por lo que se
garantiza su continuidad y eternidad. En síntesis, el Corán en dos aspectos,
científico y práctico, es decir, la enseñanza de los conocimientos y verdades
del Universo y la legislación de leyes y normas de vida, ha puesto al alcance
del ser humano todo lo que necesita.
4. Concordancia y ausencia de contradicción.
Una de las dimensiones milagrosas del Corán, que él mismo también
señala y desafía, es la ausencia de contradicción en el mismo. Todos sabemos
que este Libro fue descendido a lo largo de veintitrés años en forma gradual en
La Meca y Medina, noche y día, durante la guerra y la paz, en momentos de
victoria y fracaso, durante la penuria y el bienestar, y en fin, en diferentes
condiciones. Por otro lado habla de diferentes asuntos. En el Corán se plantean
refranes y consejos, hasta cuestiones económicas, sociales, políticas, éticas,
ideológicas y artísticas. Así también se encuentran en él numerosos argumentos
racionales aparte de las narraciones e historias. En forma muy instructiva
fueron mencionadas las cuestiones referentes al mundo, a la vida eterna y al
día del Juicio Final, mientras que en medio de tantos temas diversos no se
observa ninguna diferencia ni contradicción, en cambio se nota claramente una
unanimidad y asombrosa concordancia. Ahora, si este Libro hubiese sido producto
del ser humano, encontraríamos numerosas diferencias, contradicciones y
disconformidades, especialmente cuando ha sido escrito durante casi un cuarto
de siglo, puesto que el ser humano en este mundo material se encuentra en una
marcha continua desde la imperfección hacia la perfección, y es por ello que el
Corán expone su desafío de la siguiente manera:
﴿ أَفَلا
يَتَدَبَّرُونَ الْقُرْءَانَ وَلَوْ كَانَ مِنْ عِندِ غَيْرِ اللَّهِ لَوَجَدُوا فِيهِ اخْتِلاَفاً كَثِيراً ﴾
Afalâ îatadabbarûna-l Qur’âna wa law kâna min
‘indi gaîril·lâhi lawaÿadû fîhi-jtilâfan kazîran
«¿No reflexionan, acaso, en el Corán? Si fuese de
parte de otro que no sea Dios, hubieran hallado en él numerosas
contradicciones».[47]
5. Las predicciones.
Por un lado, el Generoso Corán nos da noticias de los pueblos y
profetas precedentes, y por otro hace predicciones. En ambos casos, las
noticias dadas fueron noticias del más allá y el propio Corán en algunas aleyas
hace referencia a esto:
﴿ تِلْكَ مِنْ
أَنبَآءِ الْغَيْبِ نُوحِيهآ إِلَيْكَ مَا كُنتَ تَعْلَمُهَآ أَنتَ وَلاَ قَوْمُكَ
مِن قَبْلِ هَذَا ﴾
Tilka min anbâ’il gaîbi nûhîhâ ilaîka
mâ kunta ta‘lamuhâ anta wa lâ qaumuka min qabli hâdhâ…
«He aquí uno de los relatos del Más Allá que te revelamos,
que antes de ello no lo sabías tú ni tu pueblo».[48]
Esta mención se repite también en la historia de la Virgen María y el
Profeta José (P).[49]
Entonces, una gran parte del Generoso Corán que nos explica la historia de los
antepasados y la de los Profetas Divinos ‑puesto que el propio Profeta del
Islam (BP) no tenía información de ellos- se sitúa en el ámbito de las noticias
coránicas de lo oculto.
La milagrosidad del Corán es más destacada en cuanto a las
predicciones ya que todas las noticias dadas acontecieron exactamente. A
continuación exponemos algunos ejemplos:
a) La noticia del triunfo de
los romanos ante los persas.
﴿ غُلِبَتِ
الرُّومُ * فِي أَدْنَى الاَرْضِ وَهُم مِّن بَعْدِ غَلَبِهِمْ سَيَغْلِبُونَ *
فِي بِضْعِ سِنِينَ ﴾
Gulibat-ir Rûm, fî adnâ-l ardi wa hum
min ba‘di galabihim saîaglibûna fî bid‘i sinîn
«Los bizantinos fueron derrotados, en la tierra
más próxima, pero después de su derrota, vencerán, dentro de unos cuantos
años».[50]
Del mismo modo que el Corán anuncia, en el transcurso de menos de diez
años el ejército de los bizantinos triunfó sobre Persia.[51]
b) La noticia del triunfo de
los musulmanes en la Batalla de Badr.
﴿ أَمْ يَقُولُونَ نَحْنُ جَمِيعٌ مُنتَصِرٌ * سَيُهْزَمُ
الْجَمْعُ وَيُوَلُّونَ الدُّبُرَ ﴾
Am îaqûlûna nahnu ÿamî‘un muntasir,
saiûhzamul ÿam‘u wa iûwal·lûna-d dubur
«O bien dicen: “¡Somos una multitud victoriosa!”.
Pronto, esta multitud será derrotada y emprenderá la huida».[52]
La aleya notifica de las palabras que serían proferidas por Abû Ÿahl
(uno de los dirigentes del ejército enemigo) en la Batalla de Badr, ya que él
anunció durante la batalla: “Nosotros triunfaremos hoy sobre Muhammad
(BP) y sus discípulos”. Mientras que Dios, según esta promesa coránica, otorgó
el triunfo a los musulmanes, siendo que el número de musulmanes era un tercio
que el de los inicuos y sus armas eran mucho menos que las de los incrédulos.
c)
La promesa de un regreso triunfante a La Meca.
﴿ إِنَّ الَّذِي فَرَضَ عَلَيْكَ الْقُرْءَانَ لَرَآدُّكَ إِلَى
مَعَادٍ ﴾
Innal ladhî farada ‘alaîkal Qur’âna
larâddûka ilâ ma‘âd
La mayoría de los exegetas coránicos afirman que el vocablo ma‘âd
en la aleya se refiere a La Meca, en la que el Profeta (BP) entraría
triunfante.
d)
La promesa de proteger al Corán.
﴿ إِنَّا نَحْنُ نَزَّلْنَا الذِّكْرَ وَإِنَّا لَهُ لَحَافِظُونَ
﴾
Innâ nahnu nazzalnâ-dh Dhikra wa
innâ lahu la hâfizhûn
En la parte que dedicamos a la inalterabilidad del Corán quedó claro
que el Corán, contrariamente a otros Libros Celestiales, ha permanecido intacto
frente a cualquier daño.
e) El triunfo final del
Islam sobre otras religiones.
﴿ هُوَ الَّذِي
أَرْسَلَ رَسُولَهُ بِالْهُدَى وَدِينِ الْحَقِّ لِيُظْهِرَهُ عَلَى الدِّينِ
كُلِّهِ وَلَوْ كَرِهَ الْمُشْرِكُونَ ﴾
Huwal ladhî arsala rasûlahu bil hudâ wa dînil haqqi
li îuzh·hirahu ‘ala-d dîni kul·lihi wa lawkarihal mushrikûn
«Él fue quien envió a
Su Mensajero con la guía y la verdadera religión para hacerla prevalecer sobre
todas las religiones, aunque ello disguste a los idólatras».[55]
Esta aleya es reiterada en el Corán tres veces. Su milagrosidad día a
día se vuelve más evidente, ya que según el amigo y enemigo del Islam
consideran a ésta como la mejor escuela, la más viva religión y la más
inspiradora creencia que ha venido a la escena mundial y velozmente se está
expandiendo a todos los rincones del mundo.
6. El planteo de las precisas cuestiones
científicas.
El Corán ha hablado en el terreno de cuestiones científicas, en
algunos casos en forma explícita y en algunos otros únicamente insinúa –casos
que no eran concebibles para la gente de aquella época sino inclusive a veces
eran contrarios a los principios aceptados por ellos.
Como ejemplo:
﴿ وَأَرْسَلْنَا الرِّيَاحَ لَوَاقِحَ ﴾
Wa arsalna-r
rîâha lawâqih
«Y enviamos los vientos fecundantes».[56]
Hoy día la ciencia ha probado que
la fecundación de los árboles y plantas se realiza a través del viento,
fenómeno que podemos observar en los árboles de albaricoque, pino, granado, y
en las plantas como en los cereales y otras semejantes.
En otra aleya coránica Dios dice que la existencia del género opuesto
no se limita únicamente a los animales, sino que existe en todas las especies
de plantas:
﴿ وَمِن كُلِّ الثَّمَرَاتِ جَعَلَ فِيهَا زَوْجَيْنِ اثْنَيْنِ ﴾
Wa min kul·l-iz zamarât-i ÿa‘ala fîhâ zaûÿaîn-iznaîni
﴿ سُبْحَانَ
الَّذِي خَلَقَ الأَزْوَاجَ كُلَّهَا مِمَّا تُنْبِتُ الأَرْضُ وَمِنْ أَنفُسِهِمْ
وَمِمَّا لاَ يَعْلَمُونَ ﴾
Subhânal·ladhî jalaqal azwâÿa
kul·lahâ mimmâ tunbit-ul ardu wa min anfusihim wa mimmâ lâ îa‘lamûn
«¡Glorificado sea quien creó todas las clases de
parejas, de lo que produce la tierra, de ellos mismos, y de aquello que
ignoran!».[58]
De algunas otras aleyas deducimos la cuestión de que la Tierra es
esférica:
﴿ فَلآ اُقْسِمُ بِرَبِّ الْمَشَارِقِ وَالْمَغَارِبِ ﴾
Falâ uqsimu birabbil mashâriq wal magârib
«Juro pues por el Señor de los orientes y los
occidentes».[59]
﴿ رَبُّ الْمَشْرِقَيْنِ وَرَبُّ الْمَغْرِبَيْنِ ﴾
Rabbul mashriqaîn wa rabbul magribaîn
«Él es soberano de los dos orientes y los dos
occidentes».[60]
Si la Tierra hubiese sido plana, no debería tener más que un oriente y
un occidente. Solamente la forma esférica de la Tierra puede justificar la
existencia de muchos orientes y occidentes para ésta, al meditar en las
diversas posiciones de este planeta esférico frente al Sol.
7. Las creaciones artísticas.
Otro de los secretos de la atracción del Corán que nos muestra otro
aspecto de su milagrosidad es concebir, bosquejar y forjar diversos
significados. Este arte coránico ya sea en la demostración de escenas de la
naturaleza o en el desarrollo de los valores y anti-valores, purezas e
impurezas, en los cuentos e historias, en el planteamiento de refranes, en la
materialización del retorno del día del Juicio Final y la rendición de cuentas
es tan efectivo y eficaz que algunos lo denominan “la hechicería del Corán”. Lo
que el mismo Corán transmite de boca de algunos incrédulos señala esta
realidad:
﴿ وَقَالَ
الَّذِينَ كَفَرُوا لاَ تَسْمَعُوا لِهَذَا الْقُرْءَانِ وَالْغَوْا فِيهِ
لَعَلَّكُمْ تَغْلِبُونَ﴾
Wa qâla-l ladhîna kafarû lâ tasma‘û lihâdhâl
Qur’âni wa algaû fîhi la‘al·lakum taglibûn
«Y los incrédulos dicen: ¡No escuchéis este Corán,
mas alborotad durante su lectura; quizás así venceréis!».[61]
Estos consejos de los incrédulos señalan que escuchar una sola vez el
Corán era suficiente para atraer a los que negaban a este Libro Divino.
Naturalmente percibir tanta delicadeza y belleza artística coránica, sólo es
posible para quién tenga conocimiento de la literatura árabe y la ciencia de
retórica y esté familiarizado con las exhibiciones, artes, bellezas y poesía.
Tan solo esa persona, meditando en las aleyas coránicas, puede percibir el auge
de su delicadeza y belleza.
Indudablemente, esta parte de la milagrosidad del Corán fue abandonada
por parte de los expertos en las Ciencias Coránicas a excepción de unos cuantos
sabios contemporáneos. Aquí señalamos algunos ejemplos de la elaboración de
escenas y narraciones coránicas
extraídas de la obra At-Taswîr Al-Fannî fi-l Qur’ân (Las Imágenes
Artísticas del Corán), con la esperanza de atraer la atención de los amantes
del Generoso Corán en este terreno, para estimularlos hacia un estudio más
profundo en el contenido de las aleyas y demostrar cada día más los milagros
artísticos del Corán.
Seiîed Qutb en el tema “Imagen Artística” manifiesta:
“El Corán aprovecha de la mejor forma los
sentidos e imaginación del hombre cuando quiere desarrollar un objetivo o
explicar una concepción abstracta, un estado interno del hombre, una cualidad
espiritual, un ejemplo humano, un acontecimiento, una historia o escena de las
escenas del día del Juicio Final, un estado de entre los estados de la gracia o
intenso castigo. Así también, este Libro Divino utiliza este mismo método
cuando quiere ejemplificar un argumento y razón, o cuando quiere exponer una
controversia. En el método coránico la imagen es un medio adecuado que se
percibe como una norma general en todo el Corán, y no es meramente la belleza y
adorno externo. Esta norma la denominamos la “norma de imagen”.[62]
He aquí un ejemplo de las imágenes del día del Juicio Final:
﴿ يَآ أَيُّهَا
النَّاسُ اتَّقُوا رَبَّكُمْ إِنَّ زَلْزَلَةَ السَّاعَةِ شَيْءٌ عَظِيمٌ * يَوْمَ
تَرَوْنَهَا تَذْهَلُ كُلُّ مُرْضِعَةٍ عَمَّآ أَرْضَعَتْ وَتَضَعُ كُلُّ ذَاتِ
حَمْلٍ حَمْلَهَا وَتَرَى النَّاسَ سُكَارَى وَمَاهُم بِسُكَارَى وَلَكِنَّ
عَذَابَ اللَّهِ شَدِيدٌ ﴾
Iâ aîîuha-n nâsut-taqû Rabbakum inna zalzalatas-sâ‘ati
shaî’un ‘azhîm. Îaûma taraûnahâ tadh·halu kul·lu murdi‘atin ‘ammâ arda‘at
wa tada‘u kul·lu dhâti hamlin hamlahâ wa tarâ-n nâsa
sukârâ wa mâ hum bisukârâ wa lakinna ‘adhâbal·lâhi shadîd
«¡Oh, humanos! ¡Temed a vuestro Señor, porque la
convulsión de la Hora (del Juicio) será algo pavoroso. El día que la
presenciéis, cada nodriza olvidará (al hijo) que amamante; toda embarazada
abortará, y verás a los hombres como ebrios, aun cuando no estén ebrios; porque
el castigo de Dios será muy severo».[63]
El horror y temor de
ese Día no pueden medirse, sólo el Corán puede exhibir la majestuosidad de ese
Día temeroso a través del hechizo de sus palabras y su particular composición.
Ninguna traducción puede causar el mismo efecto milagroso de las aleyas, ya que
carece de la peculiar música coránica. La parte de la aleya que más atrae la
atención es la triple imagen de: la madre que amamanta a su infante, las
mujeres embarazadas que por temor pierden a sus hijos y el estado estupefacto
de la gente que por temor al castigo parece ebria.[64]
Las últimas aleyas de la Sura Ad-Dujân, presentan la imagen de
los designados al Paraíso y al Infierno de tal manera que es como si el hombre
en un momento se viera sitiado por los encargados de ejecutar las órdenes
divinas y las llamas del fuego y en otro momento acompañado por los devotos en
los jardines y manantiales del Paraíso:
﴿ إِنَّ
الْمُتَّقِينَ فِي مَقَامٍ أَمِينٍ * فِي جَنَّاتٍ وَعُيُونٍ * يَلْبَسُونَ مِن
سُندُسٍ وَإِسْتَبْرَقٍ مُتَقَابِلِينَ * كَذَلِكَ وَزَوَّجْنَاهُم بِحُورٍ عِينٍ * يَدْعُونَ
فِيهَا بِكُلِّ فَاكِهَةٍ ءَامِنِينَ * لاَ يَذُوقُونَ فِيهَا الْمَوْتَ إِلاَّ
الْمَوْتَةَ الأُولَى وَوَقَاهُمْ عَذَابَ الْجَحِيمِ ﴾
Innal muttaqîna fi maqâmin amîn, fi ÿannâtin
wa ‘uîûn, îalbasûna min sundusin wa istabraqin mutaqâbilîn, kadhâlika wa zawwaÿnâhum
bihûrin ‘în, iad‘ûna fihâ bikul·li fâkihatin âminîn, lâ iadhûquna fîhâ-l
maûta il·lal maûtatal ûlâ wa waqâhum ‘adhâbal ÿahîm
«Por cierto que los timoratos estarán en un
lugar seguro. Entre jardines y manantiales. Vestirán de tafetán y brocado,
(sentados) frente a frente. Así será, y les desposaremos con huríes de grandes
ojos. Allí, seguros, pedirán de toda fruta. Donde no sufrirán la muerte,
excepto la primera. Y Él les preservará del tormento de la hoguera».[65]
Explicar las características artísticas de las historias narradas en
el Corán, la particular melodía sosegadora de éste en especial en las suras
pequeñas y la armonía entre el contenido de cada aleya y sura con su música,
exige ser tratada en una parte independiente. Hoy día en algunos países antes
de iniciar el aprendizaje de la recitación del Corán son instruidos en las
artes musicales para poder recitar las aleyas con su propia melodía.
8. El milagro numérico del Corán.
Algunos de los expertos contemporáneos del Corán han planteado otro
aspecto de la milagrosidad de este Libro Sagrado. Esto tiene que ver con el
milagroso orden matemático del Corán. Tres personalidades que han presentado
obras al respecto son el Dr. Rashâd Jalîfah, ‘Abdul Razzâq Naûfil (su
obra se denomina: I‘ÿâz ‘Adadî dar Qor’ân-e Karîm – El
Milagro Numérico en el Generoso Corán) y Abû Zahrâ’ An-Naÿdî (su obra se
titula: Minal I‘ÿâzil Balâguî wal ‘Adadî lil Qur’ânil Karîm – Sobre
el Milagro Retórico y Numérico del Generoso Corán), perteneciendo este último a
la Escuela Shî‘ah.
Conclusión:
1. La milagrosidad del Corán no se limita a su elocuencia y
expresividad sino que se plantea en diferentes aspectos, en algunos de ellos el
Corán desafía.
2. Algunos de los aspectos de la milagrosidad el Corán son la personalidad del Profeta (BP), la elocuencia y expresividad (‘i‘ÿâz
baîânî), las enseñanzas y
exaltados conocimientos (i‘ÿâz ma’ânî), concordancia y falta de contradicción, las
predicciones, el planteo de las precisas cuestiones científicas, las creaciones
artísticas y el milagro numérico del Corán.
3. La presentación del Corán, que está repleto de los conocimientos
y sabidurías, es un milagro por haber sido presentado a través de un Profeta
iletrado.
4. El aspecto más famoso de la milagrosidad del
Corán es su elocuencia y expresividad. Esta particularidad, junto a la
específica estructura coránica, asombra a los interlocutores del Corán. Algunos
escritores han enumerado veinte privilegios respecto a la aleya fil qisâsi
haîâtun en comparación con
un famoso refrán árabe al-qatlu anfâ lil qatli.
5. Los conocimientos ideológicos y religiosos planteados en el
Corán en temas como el conocimiento de Dios, el Profeta, el día del Juicio
Final y otras enseñanzas educativas y éticas, así mismo los principios, leyes y
normas en diferentes terrenos como en el económico, político, social, cultural,
militar y de derecho, fueron desarrollados con la mayor solidez y sabiduría y
ha puesto al alcance del ser humano los más puros conocimientos y pensamientos.
6. Aunque el Corán descendió gradualmente a lo
largo de veintitrés años y en diversos tiempos, lugares y circunstancias y con
numerosos temas, no existen en él ninguna contradicción ni falta de
concordancia. El Corán desafía a través de este mismo aspecto.
7. Las noticias ocultas del Corán, ya sea en cuanto al pasado o
futuro, constituyen otro aspecto de la milagrosidad del Corán.
8. El planteo de las precisas cuestiones
científicas, como la fecundación de las plantas a través de los vientos, el
movimiento de la Tierra, su forma esférica, etc. son otros ejemplos de la
milagrosidad del Corán.
9. Las creaciones artísticas en el Corán realizadas en los cuentos y la
materialización de las escenas del día del Juicio Final, etc. son otro aspecto
de la milagrosidad del Corán.
10. Últimamente
algunos de los expertos en Ciencias Coránicas han descubierto otro asunto
milagroso del Corán llamado “La Milagrosidad Numérica”, que concierne al
maravilloso orden matemático del Corán.
Preguntas:
1. Defina el
término “i‘ÿâz” lingüística y terminológicamente.
2. ¿Cuál es la
filosofía de la diversidad de los
milagros de los profetas? ¿Qué característica posee el Corán en comparación con
los milagros de otros profetas?
3. ¿A qué
conclusiones podemos llegar al
meditar en las aleyas de tahaddî?
4. ¿Qué
significa la hipótesis de Sarfah?
5. ¿Cómo puede
la personalidad del Profeta
(BP) servir de argumento para la milagrosidad del Corán?
6. Dilucide i‘ÿâz
baîânî (la milagrosidad
retórica) del Corán a través de la aleya del Talión.
7. Explique
brevemente la milagrosidad del Corán en el aspecto de la legislación de las
leyes y presentación de los conocimientos ideológicos.
8. A qué aspecto
de la milagrosidad del Corán se
refiere a la bendita aleya: “afalâ îtadabbarûna-l Qur’âna wa law kâna min
‘indi gaîril·lâhi lawaÿadû fîhi-jtilâfan kazîran” - «¿No reflexionan,
acaso, en el Corán? Si fuese de parte de otro que no sea Dios, hubieran hallado
en él numerosas contradicciones».[66]
9. Explique dos casos de las noticias del
Más Allá que se encuentran en el Corán.
10. ¿Qué significa
“los milagros artísticos del Corán” y en qué terrenos ha sido realizado?
[4] «Ya las
hemos oído, y si quisiéramos podríamos repetir otras iguales, porque no son
sino fábulas de los primitivos». (Sura Al-Anfâl;
8:31), o afirmaban: «¡Esto no es más que la palabra de un mortal!». (Sura Al-Muddazzir; 74:25), o decían: «Al·lah
no ha hecho descender nada sobre ningún mortal». (Sura Al-An‘âm, 6:91).
[6] Naturalmente, debe tenerse en cuenta que
las aleyas que mencionamos en la primera forma de desafío también se plantean
dentro del desafío en el aspecto de la elocuencia (que es una forma
específica).
[7] Ídem.
[12] Recurrir a ‘Ulûmul Qur’ân ‘indal
Mufassirîn, t.2, p.430, 441, 442, 445; respecto a las versiones tocantes a Sarfah,
el Maestro Muhammad Hâdî Ma’rifat presenta un amplio desarrollo en su
obra At-Tamhîd, t.4, p.137 a 190.
[13] Recurrir a la Traducción del Corán de
Bahâ’ud Dîn Jurramshâhî, p.662.
[16] Para mayor desarrollo, ídem p.94 a 99.
[18] Cuando hablamos de tahaddî
en este capítulo nos referimos a tahaddî en forma específica.
[23] “...wa îu‘al·limuhumul Kitâba wal hikmata” – «…y les enseña el
Libro y la sabiduría» (Sura Al-Ÿumu‘ah,
62:2).
[24] Como ya hemos dicho, algunas de estas
aleyas como la aleya 88 de la Sura Al-Isrâ’, no se limitan en elocuencia
y expresividad.
[28] Revista Keîhan Andîsheh Nº 28,
Artículo “Naqshe âhang dar telawate Qur’ân” (El papel de la melodía en
la recitación del Corán), Muhammad Hâdî Ma’refat.
[29] Kitâbun anzalnâhu ilaîka litujriÿ-an nâsa
min-azh zhulumâti ila-n nûr – «He aquí el Libro que te hemos revelado para que
saques a los humanos de las tinieblas a la luz» (Sura Ibrâhîm, 14:1).
[45] Ídem, 256.
[46] Atribuciones indebidas como el adulterio
y consumir vino por parte de los Profetas Divinos, así como otros asuntos que
el hombre se avergüenza de pronunciar, son las presentaciones que nos hacen la
Torá y la Biblia en cuanto a los Profetas. (Al-Baîân, parte titulada “La
milagrosidad en los conocimientos Religiosos”).
[51] El número de años se
desprende del termino بضع - bid‘ (“unos cuantos”) que se usa para señalar
cantidades entre tres y diez.
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